Los últimos tres meses no han sido favorables para los inversionistas de Nvidia (NVDA), ya que las acciones del gigante de los procesadores gráficos han caído cerca del 20% en este periodo, una disminución mucho más pronunciada en comparación con la caída del 8% registrada por el índice S&P 500.
El desempeño de Nvidia ha sido afectado por factores externos fuera de su control, como las restricciones a la exportación de sus chips y el posible impacto de los aranceles impuestos por la administración Trump. Sin embargo, lo que realmente importa es que el rendimiento financiero de la compañía sigue siendo sólido, a pesar de la incertidumbre del mercado.
Esto quedó demostrado en su más reciente informe trimestral, correspondiente al cuarto trimestre del año fiscal 2025, finalizado el 26 de enero. Nvidia presentó resultados superiores a los esperados y sus proyecciones indican que la empresa mantiene una trayectoria de crecimiento saludable en el nuevo año fiscal. Más aún, hay nuevos factores que podrían impulsar su crecimiento a largo plazo.
A continuación, analizamos los principales catalizadores que podrían llevar a Nvidia a superar al mercado en el futuro.
Nuevas oportunidades de crecimiento para Nvidia
Durante los últimos años, el negocio de centros de datos de Nvidia ha estado en el centro de atención debido a la creciente demanda de sus unidades de procesamiento gráfico (GPU) para entrenar modelos de inteligencia artificial (IA). No obstante, es importante recordar que la compañía se hizo famosa gracias al mercado de computadoras personales (PC).
Desde hace décadas, las GPU de Nvidia se han utilizado en computadoras y estaciones de trabajo para manejar cargas de trabajo exigentes, como los videojuegos y la creación de contenido. De hecho, hace cinco años, el segmento de gaming era la principal fuente de ingresos de la empresa, representando casi la mitad de sus ventas. Sin embargo, Nvidia identificó una oportunidad en la computación acelerada para centros de datos y, con gran rapidez, lanzó chips optimizados para IA, adelantándose a rivales como Advanced Micro Devices (AMD) e Intel.
Uno de los mayores aciertos de la empresa fue el lanzamiento del procesador A100 en 2020, que se convirtió en un componente clave en el entrenamiento de ChatGPT, de OpenAI. Desde entonces, Nvidia ha seguido innovando en el mercado de GPU para centros de datos, aumentando la potencia de sus chips para satisfacer la creciente necesidad de procesamiento en la IA.
Las grandes empresas tecnológicas han invertido miles de millones de dólares en los chips de Nvidia para entrenar modelos de lenguaje masivo (LLMs) y mantenerse a la vanguardia de la carrera de la inteligencia artificial. Ahora, la compañía apunta a otro segmento clave de este mercado: la inferencia de IA. Esta fase consiste en utilizar modelos previamente entrenados para procesar y generar resultados en tiempo real. Según estimaciones, el mercado de chips para inferencia de IA podría crecer a una tasa anual del 35% hasta 2031.
Nvidia ya está capitalizando esta oportunidad. No es casualidad que su nueva línea de chips Blackwell haya sido diseñada específicamente para la inferencia de IA. Durante la última llamada de ganancias, la directora financiera de Nvidia, Colette Kress, destacó que muchas de las primeras implementaciones de sus sistemas Blackwell están destinadas a la inferencia, lo que marca un hito para una nueva arquitectura de chips. Además, la compañía ha logrado reducir en 200 veces los costos de inferencia de IA en solo dos años.
Si esta tendencia continúa, Nvidia podría consolidar aún más su dominio en el sector de chips para IA, un mercado que se espera genere más de 1.1 billones de dólares en ingresos para 2032.